¿Cómo podemos contribuir a controlar los desechos plásticos?

El plástico está por todas partes, en nuestra casa, en los juguetes de los niños, en la ropa, en la oficina, en el auto, en los parques, en los restaurantes, en fin… donde quiera que vayamos encontraremos algún objeto fabricado con plástico en alguna de sus formas.

Es tanto el desarrollo que ha experimentado, que se estima que la mitad del plástico de la historia se ha producido en los últimos 15 años. Lamentablemente una cantidad muy elevada termina como basura. Según datos de la ONU, unos 300 millones de toneladas (40 kilos por persona al año).

En la actualidad la mayor parte del plástico que se fabrica deriva de combustibles fósiles como el petróleo y gas natural, no obstante, se está volviendo a usar materias primas naturales.

Sus primeros vestigios se remontan a la cultura Olmeca, pueblo precolombino de Mesoamérica. Ellos jugaban con pelotas hechas de caucho, extrayendo savia de los árboles.

El plástico que conocemos hoy es una invención del siglo XIX. Después de la Segunda Guerra Mundial la fabricación y comercialización de plásticos tuvo un gran impulso. En los años `60 comienzan a sustituir la madera, el cartón y el vidrio. En los `70 a los metales y en los `80 se convierte en la principal industria del mundo.

Plásticos de un solo uso

Los plásticos de un solo uso constituyen cerca del 40% de todos los desechos del plástico y son actualmente la gran preocupación planetaria y medio ambiental. Cinco billones de bolsas de plástico se utilizan cada año y casi el 70% o más van al medio ambiente o a vertederos.

Debido a que no reciclan, toneladas de bolsas, vasos, cubiertos y bombillas de plástico, envases de comida preparada y envoltorios, se tiran a la basura diariamente. Por lo mismo, muchos países en todo el mundo están limitando su uso. La Unión Europea lleva la delantera y espera poner en práctica una normativa que impide su uso el 2021.

En Chile en febrero de 2019, las bolsas de plástico en supermercados, almacenes y en el retail fueron prohibidas y actualmente se tramita en el Congreso un proyecto de ley que limita el uso de otros plásticos de un solo uso.

Según la ASIPLA (Asociación Gremial de Industriales del Plástico), se consume aproximadamente 990.00 toneladas de plástico al año en Chile, de ellas, el 17% es de origen domiciliario y el 83% de origen industrial y otros. Del total, solo se recicla 8,5%, por lo mismo, es fundamental avanzar en limitar su uso.

Islas de plástico

Según cifras de la ONU, entre 8 y 13 millones de toneladas de plástico llegan al océano cada año, lo que equivale aproximadamente a la cantidad de un camión de basura entrando al mar cada minuto. De ellas, solo 300 mil toneladas se encuentran visibles en la superficie y según Greenpece, entre el 60% y el 80% son fragmentos menores a los cinco milímetros, es decir, son microplásticos.

Es así como se han formado las llamadas “garbage patch”, islas de plástico en los llamados giros oceánicos (Pacífico Norte, Atlántico Norte, Indico, Pacífico Sur y Atlántico Sur).

Hasta la fecha ya se han encontrado siete islas, verdaderos vertederos flotantes formados por miles de millones de fragmentos de plástico.

La más conocida es la del Pacífico Norte, Great Pacific Garbage Path, que se descubrió en los ochenta y es la de mayor tamaño. Se calcula que su superficie equivale a la suma de la Península Ibérica y Estados Unidos. Su concentración de basura es de las más alta del planeta, cerca de un millón de residuos por metro cuadrado. Está creciendo de forma tan vertiginosa, que según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en poco tiempo, podría verse incluso desde el espacio.

¿De dónde llega tanto desecho plástico al océano? El 80% provendría de la tierra y el 20% de barcos o plataformas petrolíferas. La mayor parte llega a través de los ríos. Los más contaminantes del mundo, son los del continente asiático, como el Yangtsé, Xi y Huangpu de China, y el Ganges de India.

Producto de ello, se calcula que más de 100.000 millones de especies marinas mueren al año por ingesta de microplástico o porque quedan atrapadas y enredadas.  Según el Foro Económico Mundial habrá más plástico que peces en el océano de aquí al 2050.

Para Chile esto es particularmente preocupante. La isla de plástico South Pacific, se ubica justo frente a Isla de Pascua, la zona marina protegida más grande de América Latina.

La enorme cantidad de plástico que flota y se encuentra sumergido en el fondo marino, se transforma en una gran amenaza ya que los fragmentos de microplásticos se mezclan con el plancton poniendo en peligro a peces, aves y animales marinos que habitan la zona.

Según un estudio publicado en la revista Scientific Reports, más del 50% de la basura que está en el agua en la costa chilena, llegará a la isla. Por lo mismo, es urgente trabajar en políticas públicas para resguardar esta zona.  

Otro tema y que no podemos dejar de mencionar, es que producto del Coronavirus hoy existe el temor que las mascarillas y guantes -la basura de la pandemia- agraven aún más el tema de la contaminación de los océanos.

Consumidores responsables

Como individuos tenemos una gran responsabilidad y podemos contribuir al cambio.

¿De qué manera?, haciéndonos responsables de nuestra basura, reduciendo el consumo de plásticos de un solo uso, optando por el consumo a granel, prefiriendo alimentos que vengan en envases reutilizables, reciclables e idealmente compostables.

Desde la industria hace algunos años se viene trabajando en el desarrollo del bioplástico, a partir de la celulosa, residuos agrícolas, almidón de maíz y papa, lo que ha significado un gran avance. Lo interesante del bioplástico, es que es 100% degradable, permite reducir la huella de carbono y no consume materia prima no renovable.

Sabías que Beenat es una buena forma de ayudar al uso de no más plástico, esto gracias a que se puede reutilizar en la cocina y está fabricado con productos naturales.

Organismos Capaces de Descomponer el Plástico

Existen algunos estudios que avanzan en este campo y señalan que algunos gusanos como el de la harina, el hongo amazónico (Pestalotiopsis microspora) y un tipo de bacteria (Pseudomonas putida) podrían alimentarse de plástico y transformarlo en compost. 

Te dejamos un enlace que te puede interesar si quieres profundizar el tema.

https://www.lavanguardia.com/natural/20160216/302213886534/devoradores-plastico-solucion-problema-residuos.html

Cuéntanos, ¿Qué otras acciones podemos sumar para ayudar reducir el consumo de plástico?